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Consejos de ahorro para adultos y jóvenes

La crisis actual está poniendo a prueba muchas de nuestras capacidades. La relación que tenemos con el dinero es una relación basada en la ciencia. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para empezar a mejorar nuestros hábitos y a tomar consejos. Ahorrar no es sólo ahorrar dinero, ahorrar de los gastos, ahorrar para un determinado propósito, ahorrar es también sinónimo de ahorrar, es decir, reducir gastos innecesarios, optimizar el uso de todo lo que nos cuesta dinero, planificar los gastos. Independientemente de nuestro entorno, existe una actitud de gasto y ahorro que, si nos convertimos en hábitos, nos puede ayudar a conseguir algunos objetivos materiales, prácticamente sin darnos cuenta. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo empezar un hábito de ahorro y optimización de gastos:

1. Asegúrese de que está en una situación financiera.

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Antes de embarcarse en cualquier plan de ahorro, debe conocer nuestra situación financiera. Con una imagen muy clara de nuestros ingresos y gastos, la frecuencia de estos eventos y cambios inesperados en el futuro próximo es necesaria para preparar un plan de ahorro realista.

2. Anote todo el dinero entrante y saliente.

Ya sea papel y lápiz, una hoja de Excel o incluso nuevas aplicaciones de control de costos, cada centavo que sale de nuestra cuenta debe ser anotado. La tecnología juega a nuestro favor al proporcionar aplicaciones móviles que pueden conectarse a nuestras cuentas y registrar, con las debidas garantías de seguridad, todos los costes e ingresos. Se trata de ver las capacidades en línea de cada uno.

3. Haz un presupuesto.

A partir del paso anterior, sabiendo de cuánto dinero disponemos (ingresos menos gastos) y la frecuencia con la que lo recibimos, debemos atenernos a una cantidad fija para cubrir necesidades y contingencias para dar preferencia al saldo que se utilizará para acumular en la cuenta bancaria, preferentemente. Muchos expertos en ahorro evalúan la regla 50/30/20, que establece que el 50% de nuestros ahorros deben ser para necesidades, el 30% para eventos imprevistos y caprichosos y el 20% para ahorros.

4. Establezca una cierta cantidad para ahorrar.

Basándonos en el paso anterior, si nos atenemos al importe de los gastos fijos e imprevistos, podremos determinar el importe de los ahorros según la frecuencia de nuestros ingresos. Los expertos aconsejan que, una vez determinada la cantidad, tan pronto como se disponga de ingresos, la parte destinada a las economías se retirará inmediatamente y se aplazará hasta el lugar donde se haya asignado. Esto es como pagarte a ti mismo primero. Esta acción, por simple que parezca, es crucial para no recurrir a excusas y gastar lo que se planea salvar sin darse cuenta. La transferencia automática puede ser programada desde la cuenta en la que se realiza el depósito, evitando así la necesidad de «pagarse a sí mismo».

5. Establezca un objetivo en el área de ahorros.

Obviamente, para motivar más. Ahorrar dinero para un viaje, dar un regalo a un ser querido, un curso para nuestros hijos o simplemente tener una almohada con dinero para calmarnos – todas estas son buenas razones. ¿Qué es lo que tienes?

6. Evite las situaciones de crédito.

Las tarjetas de crédito, los préstamos bancarios rápidos, los préstamos rápidos y los préstamos rápidos sin papel sólo deben utilizarse cuando no hay otra alternativa en caso de circunstancias imprevistas. La asignación de un cierto porcentaje a un fondo de emergencia es una idea que debe ser evaluada para evitar acciones crediticias innecesarias.

7. Revise sus cuentas y su consumo.

Aprenda a leer las facturas de electricidad, gas, agua y teléfono y compare los precios con otras compañías. Reducir los costes innecesarios. Utilice los cupones de descuento en los supermercados y tiendas. La salvación requiere voluntad y disciplina. El acto de salvación consiste en sacrificios y negaciones que, si se hacen con conciencia y un propósito claro, pueden incluso ser divertidos. La tranquilidad que proviene del control de sus finanzas se convierte en una vida más relajada y esperanzada.